Boeing 787-9 de LATAM en vuelo nocturno a Miami. Me dormí profundamente después de la cena… cuando comencé a cerrar los ojos tenía el asiento libre a mi izquierda y alguien ocupaba el asiento de la ventana. Mi mujer y mis hijas estaban del otro lado las tres juntas, por eso yo no estaba en un pasillo.
Pero cuando desperté ese asiento del medio ya no estaba vacío, había una señora muy movediza que me despertó con algún golpe. Me molesté porque cualquiera que te despierte por un codazo o toquecito es molesto… pero más me molestó porque estaba ocupando ese asiento que me había «ganado de casualidad». Esos espacios extras valen oro.
La miré bien y era una mujer que yo había visto a dos filas de distancia, charlando y charlando con una amiga de su misma edad. ¿55? ¿60 años? quizás.
Entonces miro para atrás y veo que su fila estaba toda ocupada con alguien acostado, adivino que ahí estaba su amiga, ahora sola
Estaban por servir el desayuno a dos horas de aterrizar. Me levanto y me acerco a mi mujer para compartir mi bronca de que se me había colado una para que su amiga durmiera mejor…
«Vos porque no te enteraste lo que pasó» me dijo mi mujer… Y ahí me contó. Primero que dormí profundamente, lo cual es bueno y agradezco que en los últimos viajes me haya pasado. Pero lo que acá sucedió es que a poco de terminada la cena, y yo desmayado naturalmente, esta señora no reaccionaba. Parece que el personal de Latam estuvo pidiendo si había algún médico a bordo. Luego de varios llamados, porque muchos ya dormían, se acercaron dos para revisarla.
La mujer se descompuso y terminó vomitando en los asientos, esa fue la razón por la cual su amiga se fue realmente.
Ahí el personal de cabina limpió lo que pudo, en pleno vuelo, y pusieron esos acolchados de la clase business para que no esté sobre eso.
Cuando yo desperté pude sacar esta foto cuando volvieron los médicos para ver como estaba la mujer… y seguía como ida por lo yo vi. Uno de estos médicos le contaba a no se quien que la mujer había tomado clonazepam y bebido vino en la cena. Aunque dudaba si no había algo más
La mujer seguía durmiendo.
Cuando comenzamos el descenso una de las TCP le pidió a la amiga que le ponga el cinturón, que podía seguir acostada, pero que era necesario el cinturón… la amiga de mala gana se lo fue a poner.
El avión aterrizó y en pleno carreteo a la terminal la drogada se levantó y quiso ir al baño, una de las TCP se liberó de su asiento reglamentario y le pidió que se sentara
«Para qué si ya frenamos» dijo nuestra amiga (la drogada)… y el avión seguía rodando.
Se volvió a sentar y dormir.
Al parar el avión pudimos bajar rápido y nos fuimos a migraciones, por lo que me perdí el resto de la historia.
Pero en síntesis
- Que paciencia el personal de cabina de este vuelo LA500 (15-nov-2016). Excelente como la mayoría de las tripulaciones chilenas
- Los médicos que vi me parecían argentinos, estaban atentos a la drogada, cuando podrían estar durmiendo como cualquier pasajero.
- La drogada, su hija y su amiga eran chilenas.
Se que hubo casos donde estiraron la pata por cosas así… y no son jóvenes en una fiesta electrónica precisamente. Es gente con drogas legales que mezcla y cree que son inmortales.
¿Todo por una turbulencia? ¿o por qué no pueden dormir en un vuelo? Vean películas, lleven un libro!
No sean salames…
Reitero mi admiración al personal de cabina, a los médicos que se acercan en estos casos… porque cosas así lamentablemente parece que suceden muy a menudo.
Descubre más desde Sir Chandler
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Hola, Sir,
Gracias por el post. La automedicación es PELIGROSA, pero la gente sigue automedicándose (o siguiendo los consejos del vecino, el empleado de la farmacia, la cuñada, «el novio de la nena» o quién sea se los dé), evitando pensar que si esos consejos derivan en un problema menor (o peor, grave) SEGURO no se harán responsables…
Al margen de ésto, queda la hipocresía de muchos, que mientras dicen una cosa por el frente, por la espalda hacen o dicen otra «porque no pasa nada….».
Y también pienso, como uno de los comentarios que leí más arriba, que las líneas aéreas deberían compensar mínimamente a quienes dejan su descanso, trabajan gratis y los liberan de un problema invirtiendo tiempo y conocimientos propios, cada vez que requieren asistencia médica en vuelo.
Un abrazo (y la sana envidia de siempre)
Cuantas historias locas en los aviones! jaja. Yo tengo dos, pero son para un blog intitulado «INTERPOL en busca de prófugo», porque ya me pasó en San Pablo y en Sidney que nos pidieran a los pasajeros, que nos quedemos quitecitos en nuestros asientos porque subía Interpol a «cachar» a un prófugo!! Y asi fue, subieron y se lo llevaron esposado. Soy como la Chiqui Legrand, traigo suerte …a la lucha internacional contra el crimen!
Jajaja
Concuerdo con la opinión de algunos… Si esta mujer había tomado clonazepam, no fue solo un poco. Debe haber sido una dosis muy fuerte para que mezclado con un poco de vino le haya hecho eso (o bien, tomó bastante más que un poco más de vino)
No tengo mucha experiencia con ansiolíticos (salvo los que tuve que tomar para una operación que me hice hace años en que tenía que estar consciente) pero si con analgésicos muy potentes. Tenía un viaje impostergable por trabajo y estaba con problemas a la espalda… Mala mezcla para pasarse 10 horas en un avión. Me dieron unos analgésicos de venta controlada (acá en Chile las cajas tienen una estrella) y con eso andaba bien.
Cuento corto: sale el upgrade y me olvidé que estaba tomando analgésicos. Con el espumante de bienvenida y el vino de la comida, fue como que me hubieran puesto en standby y dormí todo el vuelo. Desperté medio atontado pero ya al pasar por migraciones estaba bien. Jamás en mi vida me había quedado dormido tan abruptamente, como si me hubieran dado con un fierro en la cabeza! 🙂
Luego de eso, nunca más mezclo
🙂
Otra de drogados. Año 1992, volviendo de USA por el Lloyd Aereo Boliviano. Escala en Santa Cruz de la Sierra. Suben varios pasajeros, tres ocupan asientos contiguos del lado derecho. Yo me encontraba dos filas mas atrás del lado izquierdo. El Lloyd ya venia en picada y meten cabotaje con pasajeros internacionales, hacemos La Paz y Cochabamba. Los vi cuando volvía del baño, estaban dormidos. Cuando llegamos a EZE ninguno de los tres despertó mas.
Entro policía militar o aeronáutica, no recuerdo bien, en aquella época. Nos retuvieron en la parte trasera del avión para poder sacarlos. Eran tres mulas a las que se les venció el tiempo.
El Lloyd era bueno en esa época, tenia Airbus nuevos, salían a las 18 hs de EZE y hacen escala en Santa Cruz, te llevaban al Hotel Los Tajibos, el mejor de la zona, y te daban habitación, piscina y cena hasta que volvían para llevarte al aeropuerto. Allí cuando volvías ingresar al pre embarque pasabas por un cuartito tipo pasillo donde te revisaban fisicamente que no lleves drogas. Eran comicas las colas en las escaleras para pasar por el pasillo acosador.
Que tiempos, era el Lloyd o Ladeco.