Hace once años llevamos a Phoebe a casa, era una cachorra. En ese entonces no teníamos hijas, tampoco estábamos casados.
Y cuento esto porque muchos lectores saben las cosas que hago, por donde vivo, los viajes que hice.
La he mencionado varias veces a mi perra, ha salido en las fotos, me he cruzado con lectores en la calle mientras la paseaba.
Con ella viajamos muchas veces a la playa. Le encantaba mojar sus patas en el mar o revolcarse en la arena.
En las navidades pasadas nos fuimos a Bariloche. Mandé a las chicas con mi mujer en el avión y yo me fui con ella en el auto. Hice la crónica en su momento. Queríamos que fuera al sur en algún momento y como ya estaba grande lo teníamos que hacer pronto.
Ella disfrutó mucho el viaje.
Todos los días me acompañaba a la oficina. La actual es la más cercana a casa de todas la que tuvimos simplemente para asegurarnos que ella llegara caminando sin cansancio. Se tiraba junto a mi escritorio o al de mi mujer. Siempre.
Hace un mes y medio la operamos por algo que tenía en la pata, resultó ser un tumor maligno. La veterinaria nos dijo que le quedaba poco, algunos meses, porque eso se esparcía rápido. Dudamos porque a ella se la veía bien.
Hace dos semanas nos dieron otro resultado y era muy pesimista, se estaba esparciendo realmente muy rápido. Ya no tenía muchas ganas de caminar y no daba vuelta a la manzana ni siquiera. Le estaba costando respirar.
Mi mujer me pidió de ir a la playa una vez más con ella. Así fue que antes de partir a Praga arreglé todo para ir a uno de esos tantas cabañas que aceptan mascotas cuando volviera del viaje.
El viernes al mediodía a 48hs de mi regreso la cargamos en el auto, buscamos a las chicas en el colegio y nos fuimos a Cariló.
Cuando llegamos caminó sin problemas hasta la playa. Lo hizo así todos los días que estuvimos. Agitada, pero con paso firme. El aire de mar le hacía bien.
Disfrutó estar sin correa como siempre que la llevamos de viaje. No corría por la playa como antes, ni tampoco saltaba en el mar, apenas se mojó las patas porque la obligamos, por si servía de algo sobre su pata.
El domingo cuando volvimos ya no quiso comer. Esa era la señal del final que nos había dicho su veterinaria. No esperábamos que fuera tan pronto.
El lunes no quiso bajar del departamento, se quedó abajo de la mesa. Se había rendido. Respiraba muy agitada.
El martes sorprendentemente si bajó a despedir a mis hijas como cada mañana antes de subir al micro escolar. Subió y se tiró de nuevo bajo la mesa y ya no se movió, seguía sin querer comer. Unas horas después murió.
No nos tenemos que quedar con su último mes. Ella fue parte de cada etapa de nuestra familia. Pasamos muy buenos momentos.
Por eso así la vamos a recordar frente al mar disfrutando el viento. Así estuvo el fin de semana en lo que fue su último viaje.
Se fue una compañera de once años de vida, simplemente lo quería contar.
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Como es el amor y mas al de un animal como decimos nosotros un miembro mas de la familia tengo dos amigos incondicionales que me legran el día siempre un labrado y un beagle, los quiero un montón me entristece el solo pensar que algún día tendrán que partir como tu querida Phoebe me hiciste llorar por la pena que causan estos animalitos que no tiene maldad alguna un abrazo a ti y toda tu famila.
Cuanto lo lamento y cuanto te comprendo Sir… sufrí lo mismo con mi querida Soledad…. cuando se van nos dejan un gran vació y tristeza, y con el corazón lleno de amor y la cabeza llena de maravillosos momentos. Te mando un gran abrazo para vos y las chicas!
Me pone muy feliz las fotos, en mayo murió mi compañerita que me acompaña desde el 2001 cuando yo tenía 9 años. Hoy tengo 23 y ver este post me hizo acordar los lindos momentos que pase con ella. Gracias.
:_(
Ayyy Sir se me caen las lagrimas después de leer esto, encima lei primero el post del viaje en el auto con ella y pensé q gordita hermosa. Yo perdí a mi perro de cancer hace 11 años y te aseguro q no lo olvido más, lo recuerdo y me emociono.
Creo que ya habia leido el post, pero al volver a hacerlo se me vuelven a llenar los ojos de lágrimas.
Que bueno todo lo que pudieron vivir con ella, y como decis no hay que quedarse con el último tiempo sino con todo lo que han compartido.
🙂
Recién hoy encuentro este post y desde el título no dejo de llorar. Ellos siempre estarán en nuestro corazón. Hermoso homenaje!