Ninguneado en la aduana

En mi reciente viaje a Miami, por trabajo, decidí comprarme una computadora. Una de escritorio.

La necesitaba para la oficina y la realidad es que acá se han puesto muy caras o lo que hay no es muy bueno (las Banghó son una bosta,  o mejor dicho sus dueños son unos garcas. No voy a volver a explicar mi odio hacia ellos, pero es bueno recordarlo)

La busqué unos días antes del viaje en amazon, calculando que me llegue justo para cuando estaba allá. La elegida fue una DELL que terminó costando USD 388.

Como viajaba solo, ya asumía el costo de tener que pagar en la aduana los 44 dólares resultantes como excedente de mi franquicia de 300. Pensaba pagarlo con la de débito lógicamente.

Pero digamos que esos 388 dólares los multiplico por 6 me da $2.328 o por 7 (por el 20% que recupero) me da $ 2.716. Le tengo que sumar USD 44 X 5,9… me da un recargo de $259,6.

Es una DELL sin monitor, solo la CPU, mouse y teclado, pero con 1TB, 4G, i3, etc, etc… acá por el doble si por marcas hablamos.

No tenía mucho tiempo para buscar algo más, pero con esto me alcanzaba y sobraba. Trabajo siempre con una iMac y con una PC… esta reemplaza a la notebook que hace 3 años sirve para contestar mails. Y era un buen precio.

Vino en su caja de Dell, pero dentro de una mucho más grande de Amazon. Pensé acá en ponerla dentro de la valija y si no era pesada incluso traerla en la de mano… pero la realidad es que era pesada y dentro de su caja estaba bien. Por lo que la despaché… si si, abajo!

A la caja original la cubrí con algo de ropa para amortiguarla un poco, y la volví a cerrar. Tomé la precaución de comprar esas cintas fuertes, que parecen de metal. Y también una de papel pero color naranja… cosa de identificarla más rápido y que quedara en evidencia si había sido abierta.

En el aeropuerto de Miami el personal de Aerolíneas Argentinas me hizo firmar el papelito que va pegado en la misma, por que era algo especial. O sea no una valija normal. No problem.

Así fue que viajó la Dell… en la bodega. Le había hecho unas «manijas» con la cinta, pero estimaba que llegarían rotas.

En el vuelo completo mi formulario. Pongo «Dell Inspirón USD 388». Dejo en claro que me paso 88 dólares. TENGO QUE PAGAR 44! No completo con las otras pavaditas que compré y que son inevitables comprar.

Cuando llego a Ezeiza, hice todo rápido (dejo todo para la crónica de vuelo) y encontré la caja en la cinta. Efectivamente las manijas se habían roto, pero el resto estaba impecable. Abollada la caja grande, pero adentro impecable…

Voy rápido para la aduana. Eran las 4 y algo de madrugada… voy a ser casi el primero en pasar!!!!

Y reproduzco el diálogo

– Yo: Buen día, acá mi declaración

– Aduana masculino: ¿De donde venís?

– Y: llegué en el de Miami directo de Aerolíneas

-AM: (mirando hacia atrás a sus compañeros) llegó el primero de Miami. (Me vuelve a mirar) ajá, y además de esa computadora (Porque lo vió en la declaración) ¿Cuanto gastaste en ropa?

– Y: no nada… pavadas. Viajé por laburo.

– AM: ajá, poneme todo en la máquina

Cargo la valija grande, un bolso, la caja, mi valija de mano y mi mochila… si si, tenía 3 bultos despachados permitidos, por lo que viajar en Club Condor.

Del otro lado me «recibe» una mujer. Por lo que pasa a ser un nuevo personaje en este relato

– Aduana femenina: ¿Esta es la computadora?

– Y: si si

– AF: ¿tenés factura?

– Y: si claro, ahora la busco, la tengo con los papeles de todo lo que declaré cuando me fuí

Aclaración… en el scan tuvo que haber saltado la Mac, el iPad, la Canon con su lente 18-200, el flash, la luz de leds para filmar video… todo declarado obviamente.

Encuentro la factura, la cual no había venido con la compu en si, por lo que me metí en la web de amazon justo el último día del hotel y la imprimí para «este momento tan especial».

El personal femenino entonces de la aduana toma el papel y me dice

– AF: vamos a abrirla

– Y: perfecto

Y empiezo a rompar las cintas…

Ella mira la compu, aunque no se que podés ver de una CPU negra que realmente no dice casi nada de nada… y me dice

– AF: esperá un poco

Mientras me pongo a guardar de nuevo la compu en su caja, acomodo mi mochila, mientras el resto de los bultos estaba en la mesa de inspección. Yo muerto de sueño obviamente. Creo que pasaron 30 segundos y la miro a la «AF»… y le pregunto

– Y: ¿Y ahora?

-AF: (hace el gesto de «andá andá»)

En mi cabeza resuenan dos voces… La primera grita

Y1: ¿¿¿¿ACASO MI DINERO NO VALE???

Y2: boludo, sos el «primero de Miami», andate… que los que vienen atrás tuyos si son peces gordos sin factura y sabrosos

Y así fue que me fui… con el Y1 ofendido… y con el Y2 contento de que la compu terminó costando solo esos USD 388 (más el 20 claro)

¿Fui ninguneado? Evidentemente.

¿Cuál fue la razón? Debe ser que pagar 44 dólares con la tarjeta de débito al cambio oficial (porque se que es así) siendo el primero o el décimo en pasar de un avión que viene con 300 argentinos de Miami… es una demora que no vale la pena tomarse…

Así fue que yo me subí al taxi con mi compu nueva, y con todas las otras valijas que tenían varias pavaditas, que jamás fueron observadas… y que quedan solo para la auditoría de mis hijas y mi esposa

Moraleja: si tienen todo en regla, declaren a la salida, declaren a la vuelta, tengan las facturas… y sepan que tienen que pagar.

No voy a declarar ropa querido… porque se hacen los bananas y buscan asustar, pero no saben si es de ahora o de 4 viajes atrás. La ropa no se declara cuando uno se va, por lo que no se puede declarar cuando uno vuelve. Buscan asustar.

Claramente yo era un personaje  aburrido e informado.

Obvio, si venís con 8 valijas, bueno… eso es otro tema. Pero cuando yo viajo con mi esposa y dos hijas vuelvo con 900 dólares de franquicia y eso también hay que saberlo.

Hay que informarse y demostrar información.

Los dejo, me voy a setear la Dell ninguneada.